La cita es a las 17 hs en el Centro Cultural de la Cooperativa Obrera (Zelarrayán 560) donde se proyectará EL ALMA DEL BANDONEÓN (77 minutos) dirigida por Mario Soffici y musicalizada por el filósofo del tango.
Esta película se estrenó el 20 de febrero de 1935. Protagonizada por Libertad Lamarque, Ernesto Fama, Dora Davis, Pepita Muñoz, Charlo y Enrique Serrano. Francisco Lomuto, dirige en la película una orquesta típica compuesta por 100 profesores y se interpreta por primera vez el tango “Cambalache”.
El largometraje cuenta la historia de un hombre rico de campo que envía a su hijo a la ciudad para estudiar y el muchacho se dedica a otra cosa -segura influencia de M´hijo el dotor, de Florencio Sánchez. El estanciero se opone a que el hijo tenga relaciones con el tango y con sus cultores a pesar de que su mayor aspiración es ser compositor. Nace entonces su relación romántica con una muchacha que quiere triunfar en el canto. La pareja pasa por enormes sacrificios y renunciamiento y debe atravesar, entre otros trances dramáticos, la muerte de una hijita de dos años y medio y el asedio de un ex novio de la protagonista, un villano que quiere ponerse serio pero no puede, al menos visto desde las perspectiva actual.
Mario Minervino relató en el Diario La Nueva que el estreno de “El alma del bandoneón” en Bahía Blanca fue el suceso máximo del historial cinematográfico local hasta ese momento. La cinta se presentó en el Gran Splendid –de Alsina 129-, siendo la primera sala del interior en proyectarla tras el estreno oficial realizado dos días antes en el Cine Monumental de Buenos Aires.
“Indescriptible fue el espectáculo de anoche en el Splendid. La ciudad entera se volcó en la sala y dio contornos de acontecimiento popular al estreno de una obra cumbre”, señaló La Nueva Provincia al día siguiente.
Enrique Santos Discépolo
Nacido en el barrio porteño de Balvanera, el 27 de marzo de 1901, hijo de un músico de orquesta, quedó pronto huérfano y a cargo del mayor de sus cuatro hermanos, Armando, que fue quien lo encaminó por el mundo de la cultura popular: la música, el teatro, la literatura.
Como compositor de tangos, se inició con Bizcochito, estrenado por Olinda Bozán. Más tarde le siguió Que vachaché y una sucesión de creaciones que divulga a partir de 1928. Son trabajos de tal calidad conceptual que derrotaron a los tiempos. Es entre 1928 y 1930 que escribe Chorra, Esta noche me emborracho, Malevaje (música de Filiberto), Soy un arlequín, Justo el 31 y Yira, yira. En las dos décadas siguientes crea Confesión, Tres esperanzas, Secretos, Carillón de la Merced, Alma de bandoneón, Cambalache, Infamia, Desencanto, Canción desesperada, Cafetín de Buenos Aires y Uno (con música de Mariano Mores). Escribió asimismo otros temas que no tuvieron tanta resonancia. Contrajo nupcias con Tania, actriz y cantante y más tarde, con el seudónimo de Mordisquito, condujo un programa radial. Las películas que filmó lo mostraron como excelente actor de cine: Cuatro corazones, El hincha y Melodías porteñas. Compuso la música para la cinta El alma del bandoneón y libretista en El alma de Buenos Aires.
A Discépolo lo seguiremos escuchando, porque "voy a estar en el grillo de tus noches, en la canilla que gotea, en el ropero que cruje a medianoche, en el humo final del pucho que apretás rabioso contra el cenicero, en el chas-chás del cinc cuando llueve, en todos los pequeños ruidos de la obsesión, allí voy a estar, persuadiéndote".
"Aunque me marche, como me marcho ahora, se que seguirás oyéndome..." (Mordisquito, Audición XXXVII) Libertad Lamarque, conocida como “La Novia de América”, comenzó su carrera de actriz a los siete años de edad en su natal Rosario. A partir de entonces su progreso no tuvo pausas. Interpretó canciones de todos los países de América y también del género lírico. Sin embargo, es el tango por lo que más se le ha conocido. En 1931 fue nombrada “La Reina del Tango”, siendo Carlos Gardel y Libertad Lamarque los mayores representantes del tango en el mundo. En 1929 debutó en el cine mudo con “Adiós Argentina” y en 1933 encabezó el reparto de “Tango”, la primera película sonora del cine argentino. Las producciones rodadas en Argentina suman 20, más de 40 en México y una en España. Los premios y reconocimientos son muchos, a través de una trayectoria que posiblemente no tenga precedente en la historia del arte latinoamericano. Falleció el 12 de diciembre de 2000 en Ciudad de México, a los 92 años.
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