viernes, 11 de enero de 2013

BAHIA BLANCA: Interesante propuesta para terminar con las picadas ilegales


Marcos Navarrete, titular del grupo Estrellas Amarillas, que reúne a familiares de víctimas de accidente de tránsito, aseguró ayer que la solución para erradicar las picadas ilegales de avenida Cabrera, la autovía Juan Pablo II o el Camino de La Carrindanga pasa por conseguir un lugar adecuado donde se pueda realizar la actividad de manera segura.
     "El municipio gasta mucho dinero en perseguir a los chicos que corren de manera ilegal, pero eso es como querer parar el viento con la mano. Cuando no corran en alguno de esos lugares lo van a hacer en otro. Quizás no sean tan masivas, pero el problema siempre va a existir. La única solución es conseguir un lugar adecuado para esa actividad", opinó.
     Luego mencionó ejemplos de otras ciudades de la provincia de Buenos Aires y La Pampa donde las picadas son organizadas en lugares que cuentan con la seguridad adecuada, tanto para los espectadores como para los propios corredores.
     "Es hora de que entre particulares y el municipio hagan los aportes para conseguir un `picódromo'. De esa manera se evitaría un gasto importante en personal municipal para controlar, en movilizar vehículos y en arriesgar a los propios inspectores que intentan detener a quienes están corriendo en la vía pública de manera ilegal", sostuvo Navarrete.
     En favor de esa alternativa afirmó que cuando las mismas se organizaban en el autódromo Ezequiel Crisol asistía mucha más gente de la que convocan las categorías zonales, por lo cual la inversión inicial que se debería hacer para construir un "picódromo" se podría recuperar en un lapso razonable. Hoy, debido a las demoras en las obras de refacción, el autódromo se encuentra inhabilitado para cualquier uso.
     Navarrete explicó que desde el grupo mantuvieron varios encuentros con los organizadores de ese tipo de carreras, de los cuales surgió la alternativa de conseguir un terreno destinado especialmente para la actividad.
     "Elaboramos un proyecto que fue presentado al secretario municipal de Gobierno, Fabián Lliteras, luego del cual los chicos se comprometieron a no correr en la vía pública por un período de tres meses, aunque ante la falta de avances volvieron a correr en la calle. Es difícil explicarles que sus tiempos no son los del municipio", afirmó.
     También dijo sentirse especialmente afectado porque continúen existiendo las picadas ilegales en la ciudad, debido a que en el grupo Estrellas Amarillas participan varios padres de jóvenes que han perdido la vida en estas carreras.
     "Tenemos muchos miembros que han perdido a sus hijos en accidentes en Alem y otras calles. Ya sea corriendo o acelerando para probar las máximas velocidades de sus vehículos. El tema ha dejado a muchas familias destruidas", manifestó.

Prioridades
     Desde la Jefatura Distrital de Policía se indicó esta semana que la escasez de controles en las picadas por parte de la fuerza se debe a una cuestión de prioridades, ya que en esta etapa del año se deben atender múltiples cuestiones y, en función de eso, se establece una agenda de trabajo.

Una nueva práctica temeraria
     Navarrete confirmó que en estos momentos sigue creciendo una actividad temeraria que realizan jóvenes motociclistas.
     "Los chicos van hacia las avenidas Alem o Colón y frenan a unos 30 metros del semáforo, a la espera de que la luz se ponga en rojo. Luego aceleran a fondo y comprueban quién le pasa más cerca a los autos que cruzan en verde desde las calles transversales", contó.
     Explicó que a pesar de que esa actividad resulta sumamente peligrosa, hasta el momento no tuvo trascendencia porque sólo por milagro no hubo víctimas fatales.
     "Me lo han dicho los propios chicos que lo hacen y lo denunciaron varios bahienses que lo presenciaron. Es una locura, que a nosotros como padres nos pone muy mal", señaló.
     Agregó que el proyecto para la construcción de un "picódromo" también contempla que puedan utilizarlo jóvenes para correr en moto, siempre y cuando esos participantes no reciban multas por excesos de velocidad, falta de casco u otras infracciones de tránsito en la vía pública, lo cual los excluiría de toda práctica.
     "El problema es que hasta el momento no hubo avances para encontrar un lugar para su instalación, ni tampoco se destinaron recursos municipales o privados para poder concretarlos. El municipio está preocupado por el tema, imagino que entre todas las partes se pueden encontrar soluciones", opinó.
     Las declaraciones del referente de Estrellas Amarillas surgieron a raíz del artículo publicado por "La Nueva Provincia" en su edición del pasado martes, en el cual miembros del Cuerpo Unico de Inspectores Municipales (CUIM) brindaron algunos detalles de las picadas ilegales que se realizan los lunes a la madrugada en diferentes puntos de la ciudad.
     Como consecuencia de esas prácticas prohibidas, que contemplan penas de entre 6 meses y 3 años de prisión según la ley nacional Nº 26.362, el municipio anunció una política de tolerancia cero tendiente a poner fin a las carreras en la vía pública, a la vez que decidió adquirir cuatro nuevos radares, entre fijos y móviles, para controlar las velocidades máximas en los lugares donde suelen organizarse.
     Si bien es imposible establecer el número de víctimas fatales que se han registrado en nuestra ciudad por la realización de picadas, existieron dos casos emblemáticos.
     El primero fue en el año 2000, cuando un joven de 21 años chocó su Daihatsu Charade contra varios autos estacionados en una banquina del Camino de La Carrindanga, mientras que en 2004 dos jóvenes de 16 y 24 años murieron tras impactar el vehículo en el que se dirigían a presenciarlas contra una columna de iluminación de la avenida Cabrera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario