La obra “La Descamisada” de Homero Bimbo nos transporta por medio del arte teatral al conocimiento de la personalidad de una figura tan importante de la historia Argentina Eva Duarte. Por medio de las interpretaciones artística logradas por Gimena Cos se puede rescatar el lugar que tenía Evita como mujer dentro del peronismo. Resaltando su liderazgo carismático dentro de la Fundación que llevaba su nombre. Hasta llegar a conformarse como mujer Mito fundacional del movimiento partidario.
En medio de contextos donde aparecen sufrimientos y dolores sociales crear escenas de canciones interpretadas por Gaby (la voz sensual) en alusión a las problemáticas de las mujeres de humilde condición genera una invitación para un compromiso desde lo comunitario.
Evita sigue siendo una figura emblemática de la historia Argentina. Tan emblemática que puede ser considerada un Mito y en su honor se ha erigido un Museo, para ser un recordatorio de su acción, haciendo presente un pasado.
Al entrar en el territorio del “Mito Eva Duarte” se puede realizar primero un breve recorrido cronológico de las distintas instituciones que funcionaron en la casa situada en la esquina de las calles Lafinur y Gutiérrez de la ciudad de Buenos Aires hasta la creación del Museo Evita:
La casona es de principios del siglo XX construida por una familia de banqueros de origen vasco de apellido Carabassa. Esta familia pertenecían a la oligarquía porteña y en el año 1923 solicitaron al arquitecto más destacado de la época Estanislao Pirovano la remodelación de la casa con un estilo del renacimiento español e italiano. Convirtiéndose en la casa más lujosa y linda de la zona por su estilo neocolonial o de renacimiento colonial, que actualmente conserva en algunos sectores de la casona compuesta por una planta baja, dos pisos y una torre.
Luego en 1941 una de las hijas de esta familia vendió la casa al matrimonio alemán Goetz.Y los nuevos propietarios terminaron alquilándola al Patronato Nacional de Ciegos de Manuel Belgrano con el fin de brindar asilo a niños ciegos bajo la tutela de monjas suizo – alemanas hasta que en 1942 el gobierno unificó los hogares para no videntes obligando a realizar un traslado hacia un nuevo hogar en otra localidad.
En 1948 la Fundación Eva Perón (FEP) decide comprar la lujosa casona de calle Lafinur para llevar adelante el Hogar de Tránsito nº 2 “Luisa Komell”, nombre en honor a una enfermera que pertenecía a dicha Fundación. Uno de los trabajos de estas enfermeras de la fundación consistía en brindar ayuda por intermedio de la Fundación Eva Perón a Europa, que en ese momento estaba desbastada por la guerra como también a diferentes países de América.
Este hogar formaba parte de las políticas sociales adoptadas por la FEP, destinada a asistir al sector de las mujeres indigentes para su digna inclusión en la sociedad, albergaban mujeres, con distintas problemáticas, madres desamparadas, mujeres que venían del interior a hacer atender a sus hijos, a mujeres ancianas, mujeres discapacitadas e inmigrantes.
El Hogar de Tránsito nº 2 funcionó desde 1948 hasta 1955. Para resolver las problemáticas de salud y/o económicas sociales que aquejaban a las mujeres, en ese contexto se les daba alojamiento, por el lapso de veinte o treinta días, para luego encauzarlas con una educación, hasta encontrarles un lugar para vivir. Este Hogar junto con los otros Hogares de Tránsito que funcionaban en la Capital Federal eran las instituciones más emblemáticas del peronismo para manifestar el modelo de la Nueva Argentina de Perón.
En 1955 fue la época de proscripción del peronismo, y la suerte de estos Hogares de Tránsito se vieron ligadas a la del Gobierno de turno que por decreto presidencial, todos los bienes de la Fundación Eva Perón pasaron a manos del Estado. Y específicamente esta casona de calle Lafinur pasó a manos del Ministerio de Salud. Transformándose desde 1955 hasta 1998 en sede administrativa para distintas instituciones de minoridad y discapacidad.
Finalmente ya en el año 1999 el Gobierno Nacional decretó a la casona como “lugar de interés cultural y patrimonio histórico” y trasladaron al segundo piso de esa casa el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón. Y allí comenzaron a encabezar junto con la arquitecta María Cristina Alvarez Rodríguez, la sobrina nieta de Eva Perón, un proyecto para crear un Museo destinado a la memoria de Eva Duarte de Perón.
El museo se inauguró abriendo sus puertas para la Argentina y el mundo un 26 de julio de 2002, al cumplirse el cincuentenario del fallecimiento de Evita y actualmente depende de la Dirección de la Secretaría de Cultura de la Nación.
La casa es un lugar muy especial porque además de ser hoy en día el espacio donde se levanta un Museo tiene a su vez importancia por la historia que de esa casa se puede recabar.
Las definiciones de museo nos llevan por el camino de la mitología y el mito.
Museo: del latín Museum y del griego Mouseion. Lugar consagrado a las Musas
Musas: diosas de la poesía, de las ciencias y las artes las cuales la mitología las considera hijas de Mnemósine (la memoria) que se puede también considerar como la décima Musa.
Al plantear que originalmente los museos eran un lugar consagrado a las Musas, es interesante el hecho de que en la mitología griega la madre de las Musas sea justamente la “memoria”.
Mnemósine: de sus amores con Júpiter nacieron las nueve musas. Es la diosa de la memoria. Enseño a los hombres a razonar y a dar su nombre a cada cosa. En el arte suele ser representada en actitud mediativa y envuelta en un manto, a veces aparece con dos caras para significar que recuerda el pasado y mira hacia el futuro.
Este museo tiene como figura principal una importante figura argentina que justamente puede ser considerada como una “musa”. Esta “musa madre”, que aparece en este museo como “memoria” marcando aquello que no debe ser olvidado a la vez permite ser inmortalizarla.
Es decir que un museo nos permite recordar pero también olvidar, lo que se exhibe es lo que debe ser recordado, aquello que no se exhibe es para olvidar
La definición de museo inspira múltiples interpretaciones sobre la memoria, Evita y el valor de los mitos.
Otra acepción de Museo es, Museo: hijo de Selene y educado por las ninfas, aparece también como amigo, alumno, hijo o maestro de Orfeo.
Selene: es la personificación de la luna en la mitología griega. Se ha presentado como una mujer hermosa con grandes alas y una diadema de oro.
El Mito está íntimamente relacionado con el símbolo. En el simbolismo de la luna se debe tener presente que esta (lo contrario al sol) crece y decrece, desaparece, su vida esta sujeta a la ley universal del devenir, del nacimiento y de la muerte. La luna tiene una historia patética, porque su decrepitud, como la del hombre, desemboca en la muerte. De aquí la complejidad de su extenso y variado simbolismo. En contraposición al sol, significa el mundo de las tinieblas. Se identifica con la noche, aparece con una significación maternal y protectora a la vez que peligrosa y ocultante.
Por esta significación, la Luna evoca las ideas de la imaginación y la fantasía. Lo “lunático” es lo estrafalario, fantástico o extravagante. Tal simbolismo deriva, sin duda, de su carácter pasivo (recibe luz del Sol). Se le otorga a la Luna una significación femenina y, como tal, voluble, variable e inconstante.
Si la Luna simboliza lo cambiante y lo femenino, el Sol – que es siempre igual a sí mismo que no cambia y que no tiene “devenir”- es la personificación de lo viril desde las más antiguas mitologías. Significa una fuerza heroica, creadora y dirigente. Sus rayos suponen calor y luz. Símbolo a un tiempo del poder la gloria y la espiritualidad. Los Incas vieron en el Sol al dios benigno que derrama luz y bendición sobre la tierra y sobre sus hijos.
Evita tiene varias de las características detalladas para la Luna: una “mujer hermosa”, crece y decrece. Desaparece y reaparece, por medio de este Museo aparece para no desaparecer nunca más. Tiene una historia patética: hija no reconocida, una “bastarda” y como todo humano “desemboca en la muerte”, pero a la vez permanece en la memoria como inmortal, eterna. “Maternal y protectora a la vez peligrosa y ocultante”, figura maternal de los “descamisados” y “abanderada de los humildes”. Pero a su vez aparece en el imaginario social como una aventurera, actriz mediocre que solo trepa por resentimiento social. Carácter pasivo (como posición femenina) de una mujer que se entrega totalmente a un hombre y a su pueblo.
Ella no hubiese sido tal si Él no la hubiese iluminado: el Sol. Su esposo, líder carismático que todo lo podía, el hombre que le dio luz a esta mujer. Personificación del líder político ideal para muchos, que brindaba protección a las clases populares.
A partir de esto se puede pensar a este Museo como resultante de la unión del Sol y de la Luna, como hijo de estas importantes figuras en la historia argentina.
El museo como signo de esta unión, da la posibilidad al ser humano de ir en contra de la voracidad del tiempo y del inevitable destino de lo humano: la muerte. Por medio de esta institución el “Sol y la Luna” existirán eternamente, el museo los inmortaliza como ella ya lo anunciaba en su discurso “volveré y seré millones”.
En la historia política y social de Argentina es la “primera mujer” en el escenario político que adquiere características de protagonista y no simplemente de primera dama. Y es pertinente recurrir también al mito de creación sobre la primera mujer.
Eva: primera mujer creada por Dios de una costilla de Adán, Eva significa en hebreo “la madre de los vivientes”. Dios había creado a Adán fuera del paraíso, a Eva en el mismo paraíso, de una costilla del lado del corazón (el lado del amor) de Adán. Según el deseo del Creador, Eva es la madre de los seres que transmitirán la vida a través de toda la historia. Es, consiguientemente, el símbolo por excelencia de la vida, la “natura naturans” o madre de los seres en su aspecto formal o material. Desde el punto de vista del espíritu, Eva es la inversión de la Virgen, madre de las almas.
En el génesis el hombre estaba solo. Dios no quiere que lo este. Le da una “compañera” que le sirva de ayuda. Dios quiere aplacar la angustia del hombre para permitirle que rompa con su soledad de dominador. Luego, tendrá la curiosidad y el pecado. Y así también, en la vida, los peligros y miseria de la vida, Eva será la compañera del hombre débil y heroica al mismo tiempo.
Con Evita son bastantes las coincidencias desde el mito de la creación, y a su vez es también, esa compañera del hombre, madre de todos los seres, inmortal y “Santa” (haciendo alusión al título de un conocido libro donde así es nombrada Evita).
“Compañera” del hombre heroica y débil demacrada y debilitada por la enfermedad sale a saludar a su pueblo.
Queda ya Evita fundamentalmente como un mito, desde un eje psicoanalítico es Ella, una figura, que estructura y ordena, como si estuviese levitando sobre el Museo de la calle Lafinur.
Eva y Perón han sido los padres de un movimiento popular. Son sus hijos, el pueblo, que luego de la muerte han adoptado su ideología. Se ha adorado a estos padres asistiendo a cada acto, haciendo propio un discurso pronunciado, haciendo propias palabras ajenas. Se han realizado muchos rituales entre los que contamos también con los generados por la oposición política, que no hubieran existido sin estas figuras.
Los ritos se desarrollan en base a un mito. Son costumbres, que regulan a una determinada sociedad, que tuvieron su origen alrededor del mito.
Se ha embalsamado a Eva luego de su muerte. Se ha llorado la muerte de ambos, se los ha votado (entendiendo a este ritual como una actividad social reivindicativa de los derechos constitucionales, que se renuevan en cada acto electoral) Es decir surgen estos rituales no sólo en lo que es la práctica partidaria sino del lado de los sentimientos e ideologías provocadas por estas figuras.
Es (o son) un mito porque han regulado a una sociedad, han dividido pueblos, ha generado prácticas. En conclusión han engendrado hijos de toda clase… aquellos obedientes (que no transgreden la ley impuesta por el Padre) y aquellos malcriados.
(*) Psicoanalista MN 39.602
