La PTRSU de Pringles está al borde del desastre ecológico

“La cantidad de residuos, que se ha depositado a cielo abierto en los últimos años, hizo colapsar todo. Además, no tenemos las máquinas en condiciones, ni las herramientas, para realizar una separación eficaz como la que se hizo en algún momento”.
Estas son las declaraciones de Juan David Heredia, director de Servicios Urbanos de Coronel Pringles, en alusión al estado actual de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (PTRSU) de la ciudad cabecera.
En compañía de Victoria Arias, directora de Medioambiente y Desarrollo Sustentable comunal, el funcionario permitió a la prensa tomar contacto con la crisis que atraviesa un sistema que, hasta no hace mucho, era orgullo para la ciudad y que hoy, a la luz de lo observado, es solo una muestra del abandono.
En la recorrida se apreció un importante deterioro de las maquinarias y de las estructuras de un complejo que llegó a tratar todos los residuos de la localidad. Asimismo, en sectores linderos se observó una gran cantidad de basura, recolectada en los últimos años, en un sitio destinado a compost.
También se pudo constatar el faltante de herramientas.
“No contamos con vehículos ni línea de teléfono, así que, en caso de tener una urgencia, no hay manera de comunicarlo, ya que el personal llega hasta aquí en vehículos de Obras Públicas, o en los propios, pero los serenos no tienen manera de movilizarse”, dijo Heredia.
Heredia manifestó que la planta comenzó a funcionar en marzo de 2005 y que, para agosto de ese mismo año, y hasta 2010, se procesaba la totalidad de los residuos de Pringles.
“Desde hace unos tres años, quizás algo más, la planta dejó de trabajar como era costumbre. Y así esta hoy. Esta no es basura de un mes, sino de años”, sostuvo.
“Estamos procesando solo dos camiones al día, ya que solo funciona una prensa de las cinco que hay. La cinta donde se clasifican los residuos no tienen los frenos de emergencia y no contamos con el mini cargador. Por todo esto, se trabaja a un 20% de la capacidad de la planta”, explicó.
“Una vez que tengamos toda la herramienta lista, la idea es ir sumando un camión cada 15 días, para que la gente vaya tomando el ritmo normal", dijo.
"Actualmente, trabajan 45 personas, muchas de ellas de vacaciones en este momento, que están de 6 a 13. Y esperamos poder proporcionarles la indumentaria correspondiente lo antes posible”, agregó Heredia.